Del lado de la alianza opositora. La decisión corresponde al PAN, por tener más posiciones.
Si el Instituto Nacional Electoral aplica bien la fórmula de paridad horizontal para garantizar la equidad de género en las candidaturas para las contiendas electorales de 2024, a la Ciudad de México le podría tocar que su siguiente gobernante tenga que ser mujer.
Y es que no solamente se trata de que los partidos, alianzas o coaliciones lancen a un 50% de candidatas de un género y de otro, sino que lo tengan que hacer en posiciones donde haya posibilidades reales de ganar.
En 2024 estarán en juego, además de la Presidencia de la República y las cámaras legislativas, nueve gubernaturas, entre ellas la Jefatura de Gobierno de la CDMX, para la que ya hay varios tiradores.
Si en la capital del país la lucha es entre mujeres, está cantado que la posición de Morena quedará en manos de una funcionaria del gabinete: Rosa Icela Rodríguez, secretaria federal de Seguridad y Protección Ciudadana, o Ariadna Montiel, secretaria del Bienestar.
Ambas están en el corazón de quien decide y cualquiera de ellas pudiera ser ungida para que represente a la 4T en la lucha por la Joya de la Corona, como le llaman electoralmente a la capital del país.
Del lado de la alianza opositora la decisión correspondería al PAN, por ser el partido con más posiciones y más votos en junio de 2021, aunque en estos momentos todo anda medio revuelto con ellos.
Y es que quienes desde hace tiempo se vienen anotando para buscar la candidatura, con el apoyo de la alianza, son los panistas Santiago Taboada y Jorge Romero, el alcalde de Benito Juárez y el líder de su fracción en San Lázaro, respectivamente.
No es que vayan mal en las encuestas, lo que pasa es que ya son varias semanas que el gobierno de Claudia Sheinbaum los trae a puro toallazo con el tema de un supuesto cártel inmobiliario que sería liderado por ellos.
Como los suspiritos azules no han sido capaces de responder, dejando el espacio mediático vacío, los de la 4T se han dado gusto aporreándolos, dañado terriblemente su imagen.
De ser considerados como los jóvenes políticos que podrían diseñar una nueva cara a la ciudad, hoy los empiezan a calificar como los jóvenes gánsteres que pueden hacer negocios a costa de la ciudad.
En ese escenario, tanto Taboada como Romero quedarían un poco lastimados y, además, si finalmente el INE decide que la CDMX sea disputada por mujeres, sólo tienen dos aspirantes fuertes.
Una es Xóchitl Gálvez, quien tiene experiencia como legisladora, funcionaria federal y jefa delegacional en Miguel Hidalgo. La otra es Lía Limón, también con experiencia como legisladora, funcionaria federal y hoy hace un buen trabajo en Álvaro Obregón.
Entre ellas dos podría salir la próxima candidata opositora a la Jefatura de Gobierno, pues aunque Nora Arias, otra con experiencia como legisladora y jefa delegacional en GAM, ha levantado también la mano, está en chino que el PAN se la deje al PRD.
Es un escenario que no se puede descartar.
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