Por instrucciones de la jefa de Gobierno, Rigoberto Salgado, encargado de la Secretaría de Bienestar en la CDMX, dio de baja a cinco directores de Participación Ciudadana de la dependencia, que estaban asignados a igual número de alcaldías.
Algo de lo que pasa en Gustavo A. Madero, Tlalpan, Cuajimalpa, Xochimilco e Iztacalco no le gustó a Claudia Sheinbaum, que dio la instrucción de ajustar las estructuras de la dependencia que distribuye los programas sociales en la capital.
La importancia de estos cambios, que pegan directamente a los referentes de los removidos, es que al parecer Salgado no está haciendo bien su chamba, a pesar de que se vende —y se lo compran— como el gran operador.
Nadie duda que el ex delegado en Tláhuac le sepa al territorio, pero no es lo mismo controlar una demarcación —por cierto permeada por el crimen—, que hacerse cargo de la operación en toda la ciudad.
El problema con Rigo es que sigue teniendo fuertes intereses en Tláhuac y descuida el resto de las demarcaciones. Incluso al interior del propio gabinete de Sheinbaum comentan que el titular de Bienestar le dedica más tiempo a su terruño, que al resto de las demarcaciones.
Todo mundo conoce de la cercanía del funcionario con su jefa, aunque nadie sabe a ciencia cierta la causa, amén de que ambos coincidieron como respectivos delegados cuando Claudia estaba al frente de Tlalpan.
Aunque los cambios seguramente son para mejorar la operación política con miras a las elecciones del próximo año, la percepción es que Salgado se llevó un jalón de orejas, y que los alcaldes de Morena donde hubo movimientos, tampoco estaban haciendo las cosas bien.
Aseguran que esto no tiene nada que ver con la Secretaría de Bienestar federal, que encabeza Ariadna Montiel, ni con sus abiertas aspiraciones a obtener la candidatura de Morena para buscar en 2024 la Jefatura de Gobierno.
Tampoco con el relanzamiento de Rosa Icela Rodríguez, quien a principio de semana advirtió que de ninguna manera se olvida de la Ciudad de México… y seguro espera que la CDXM no se olvide de ella; ayer Claudia la colmó de elogios.
Por cierto, de golpe y porrazo Ariadna y Rosa Icela se convierten en las aspirantes con mayores posibilidades de ser nominadas para suceder a Sheinbaum, que parece tener la inclinación porque su relevo sea una mujer.
Aunque en caso que la plaza sea para un hombre, además de tener como su principal ficha a su secretario de Seguridad Ciudadana, Omar Hamid García Harfuch, también trae un buen entendimiento con Ricardo Monreal, del que ya es amiguis.
Actualmente tienen tan buena relación, que la propia jefa de Gobierno dijo a su equipo que el senador es amigo de la casa, y que ni por equivocación se le vaya ocurrir a alguien hacerle una mala cara.
Se pone muy sabrosa la grillita interna de la 4T, también en la CDMX.
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