Rebeca Marín
Este viernes, la Secretaría de la Defensa Nacional dará a conocer a la empresa que instalará 21 equipos no intrusivos (Rayos X) en las aduanas mexicanas con un monto de 700 mil millones de pesos.
Se trata de la compra más importante en la historia del sistema aduanero mexicano en la que se perfila una reñida competencia entre una empresa estadounidense y otra que es controlada indirectamente por el gobierno de China.
La licitación más grande que ha realizado el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador contempla la renovación total de los equipos de revisión de vehículos en las 21 aduanas fronterizas, 19 en el norte de México y 2 en el sur del país.
En la recta final está la compañía estadounidense "Rapsican" con amplia experiencia mundial en temas tecnológicos y de seguridad y la empresa china Nuctech Company.
De esta última ha trascendido que aunque su oferta es competitiva económicamente, el gobierno de Estados Unidos alertó que al instalar sus equipos podrían ser utilizados con fines de espionaje.
Ello ha encendido las alertas del embajador Ken Salazar y del propio secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, quien transmitió la inquietud al presidente.
El nuevo sistema tendrá que ser interoperable con los equipos aduaneros de la agencia de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP), que tiene vetadas a las empresas tecnológicas de China.
Ante esta "desventaja", Nuctech Company comenzó a difundir que Rapiscan mantiene en su nómina a George Walter-Meade, pese a que enfrenta diversas acusaciones en EU.
De acuerdo con el Departamento de Justicia de EU, este exejecutivo fue detenido y acusado presuntamente de robar 3.2 millones de dólares en su anterior empleo con la compañía Leidos Holdings Inc.
Por cierto, esta empresa, líder en el mundo en temas tecnológicos, se abstuvo de participar en esta mega licitación de México precisamente para no entorpecer las investigaciones.
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