Pese al enfrentamiento que ha mantenido la alcaldesa en Cuauhtémoc, Sandra Cuevas contra Claudia Sheinbaum siguen en pie, los problemas internos dentro de la alcaldía ente trabajadores continúa, ya que algunos sujetos nefastos siguen causando daño a la clase trabajadora, pese a que han hecho denuncias públicas y hasta algunas cartas le han hecho llegar a la alcaldesa, pero no han recibido respuesta, por lo que esperan que la jefa de gobierno sí les haga caso.
Una de tantas, es Joanna Guadalupe Mendoza González, quien es líder coordinador de la Dirección Territorial Tlatelolco-Guerrero-San Simón Tolnáhuac y su esposo es el director territorial Edgar Antonio Lucio Ramos, que han sido son cómplices de traer a 35 compañeros de nómina 8 barriendo en la Col. Tlatelolco y Joanna amenazan con levantar actas administrativas a los compañeros si no barren, tal y como lo ha indicado la alcaldesa.
Varios compañeros que se encuentran barriendo son personas vulnerables, con enfermedades crónico-degenerativas, personas mayores de 60 años.
Ni Joanna ni Edgar están capacitados para atender a los ciudadanos ni mucho menos a los empleados de la Territorial, ni se diga los compañeros de nómina 8.
Joanna discriminó a una trabajadora de nombre Esther Amada Rodríguez Gómez de nómina 8, quien el pasado 22 de julio del 2022 se cayó hacia atrás barriendo una jardinera, caída que le lesionó la columna a la compañera, dejándola imposibilitada para poder seguir barriendo.
Sin embargo, el pasado enero del 2023, le dijo a Amada que se presentará a trabajar, aunque estuviera en silla de ruedas, recibiendo malos tratos y nada de apoyo por parte de Joanna y Edgar, estos últimos alegando que Amada solo se estaba haciendo la inútil.
Muchas han sido los señalamientos que se le han hecho a Sandra Cuevas de los que de alguna manera ha salido bien librad, su agresividad, su prepotencia, su ignorancia, su ineficacia, su ineficiencia, su nepotismo, su arrogancia, su manejo discrecional y poco claro del presupuesto y muchas otras características nefastas que con razón se le imputan, no le han hecho mella, ni han derivado en la revocación de su mandato.
Pero hay algo que está causando un mayor enojo contra ella, y es el maltrato a los trabajadores de nómina 8, a quienes sin tomar en cuenta su área de adscripción original, su nivel académico, su experiencia, su edad, su oficio, y su antigüedad, ha mandado a barrer y limpiar calles y jardines.
Y esto no es cosa menor, pues hay ahí licenciados, contadores y hasta doctores, mecánicos y pintores de oficio, y mucho personal que siempre había laborado en oficina.
A la humillación que esto constituye, se suma el criminal deterioro de la salud de personas de más de sesenta y algunas hasta de 70 años, sometidas a polvos y basura mucha de ella orgánica descompuesta, y sin contar con protección alguna.
Entre este personal de la alcaldía se está gestando un malestar cuyas proporciones no han sido debidamente valoradas, pero que en cualquier momento puede estallarle en la cara a la alcaldesa, a pesar de que ella está muy confiada en que el temor de perder su trabajo a fin de año- pues a este personal se les renueva o no arbitraria y discrecionalmente su contrato- hará que nadie se oponga a sus caprichos.
Lo que no ha comprendido es que dichos puestos tienen la consideración de Estabilidad Laboral, por lo cual no pueden ser despedidos arbitrariamente sin una causa justificada y que si se van a juicio estos trabajadores llevan las de ganar, claro que ella se atiene a los largos periodos de tiempo que toman los juicios laborales, por lo que quienes viven al día con base en su salario, temen arriesgarse a no contar con él cada quincena, a pesar de que saben que ganarían en un juicio.
Pero el caso es que ya se están dando cuenta que son muchos y en unidad con muchos trabajadores de base que simpatizan con ellos, - y algunos hasta parientes son podrían resistir más tiempo que Sandra Cuevas.
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