Unos días antes al Día Internacional de la Mujer, Claudia Sheinbaum puso como lazo de cochino a tres de sus diputadas locales, por el oso que hicieron el jueves 2 de marzo pasado en Donceles, al subir dos puntos de acuerdo que exhibieron a Morena.
Antes de su reunión semanal con los integrantes de su cuarto de guerra, integrado por líderes territoriales en las 16 alcaldías de la CDMX, la jefa de Gobierno sostuvo una encerrona con las diputadas Valentina Batres, Marcela Fuente y Martha Ávila.
Las tres salieron pálidas luego de la regañiza, pues el ridículo de la fracción de Morena en la sesión de ese día fue reseñado por varios medios, que dieron cuenta de dos pifias que ni un niño de primaria cometería.
La diputada Fuente, cuyo mayor argumento legislativo es repetir como mantra que es la diputada más joven en Donceles, subió un punto de acuerdo para exigir la presencia de la alcaldesa de Álvaro Obregón, a fin de que explicara el pago de obras fantasma.
Exigió citar a la alcaldesa Lía Limón, convertida ya en objetivo de Morena tras sonar como una de las probables candidatas de la oposición para suceder a Claudia en 2024.
Solamente que la diputada no se dio cuenta que las anomalías que denunciaba ocurrieron en la gestión de la morenista Layda Sansores, lo cual desató la burla de los panistas y la risa del pleno.
Y es que el hecho de que Marcela se haya equivocado de esa forma no se debe a la juventud que presume, sino a que no sabe interpretar una simple lectura. Si alegara inexperiencia, para eso están sus compañeras Batres y Ávila, a quienes les pasó de noche.
Pero el espectáculo morenista no acabó ahí, pues también fue exhibido el punto de acuerdo de Carlos Cervantes, sobrino de Ernestina Godoy, en el que exigía citar al alcalde de Benito Juárez, Santiago Taboada, para que explicara la alta inseguridad en su alcaldía.
Los morenos volvieron a ser la burla; tampoco se dieron cuenta que el texto del sobrino incómodo –tomado de La Jornada– se refería a Cancún, cuyo nombre oficial es Benito Juárez, a cargo en ese tiempo por la hoy gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama.
Y como Mara estuvo de visita el fin de semana con Sheinbaum, seguramente le comentó el gol que le habían metido sus propios diputados en Donceles, por lo que la jefa de Gobierno llamó a cuentas a las principales responsables.
Porque, además del ridículo que hicieron los diputados de la 4-T, lo que más le molesta a la inquilina del Antiguo Ayuntamiento es que sea el PAN el partido que se haya burlado de ellos.
Es público que la doctora no tolera nada que le recuerde el color azul, por lo que su estado de ánimo no era precisamente el mejor con sus compañeras.
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