Al inicio de la presente administración, el Presidente Andrés Manuel López Obrador presumía que no tenía mayor ciencia gobernar.
En apariencia, todo se le facilitaba y cuando algo le salía mal culpaba a los gobiernos del pasado, en especial al de Felipe Calderón.
Incluso decretó la desaparición del neoliberalismo, lo cual resultó falso, pues el gobierno de la 4T descansa en la estructura de los gobiernos del pasado.
Por ejemplo, todos los anteriores gobiernos desde Carlos Salinas tuvieron crecimiento en el PIB, poco o mucho pero al fin de cuentas crecimiento.
A casi cinco años de la presente gestión, el crecimiento ha sido cero, pese a la promesa de López Obrador de que la economía crecería a un ritmo de 6% anual.
Lo cierto es que la pandemia dejó atónito al Presidente. No hizo nada por evitar que la economía cayera al doble de la mundial.
En la etapa pospandemia, la economía mexicana sólo se ha recuperado la mitad en comparación de la internacional.
La inflación ha sido la mayor en los últimos cuatro sexenios. Y es que el Presidente ha puesto más empeño en cuidar que su imagen no se devalúe.
La producción petrolera va en caída libre. Durante su gobierno López Obrador sólo ha exportado crudo por alrededor de 100 mil millones de dólares.
Cuando mucho alcanzará los 150 mil millones de dólares en todo su sexenio, muy por debajo de los 161 mil millones durante la gestión de Enrique Peña Nieto.
Lo que es cierto es que en la administración de Felipe Calderón, a quien López Obrador culpa de todos los males de México, se captaron 237 mil millones de dólares, más del doble de lo que lleva el tabasqueño.
El hecho concreto es que la proyección es un crecimiento de 1.7% este 2023 y 1.6% para 2024, el peor desempeño comparado con los gobiernos neoliberales.
¿Logrará López Obrador enderezar la economía y cumplir su promesa? Es algo complicado de cumplir puesto que las proyecciones de las economías en el mundo alcanzarán su mayor declive de los últimos 30 años.
Es evidente que la guerra entre Rusia y Ucrania pusieron fin a tres décadas de crecimiento sostenido. La proyección del Banco Mundial es que entre 2022 y 2030 el Producto Interno Mundial disminuirá un tercio.
¿Con todo lo anterior, los mexicanos son los más felices del mundo? Es algo por demás increíble.
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