Al interior de Morena están casi seguros de que, por equidad de género, en la Ciudad de México tendrán que lanzar a una mujer para 2024, y en el corazón de quien decide sólo hay dos con posibilidades: Rosa Ícela Rodríguez y Ariadna Montiel, ambas, funcionarias federales.
No es nuevo que a la secretaria federal de Seguridad se le menciona como aspirante a suceder a Claudia Sheinbaum; de la titular del Bienestar recién se empezó a considerar la posibilidad y parece que es en serio.
Ambas funcionarias tienen un papel preponderante en el gobierno de la 4T, pues la seguridad es uno de los temas que más preocupa, pero al Presidente le interesan sobremanera sus programas sociales.
Una tarea es muy desgastante y la otra muy lucidora y, aunque la titular de Seguridad aparezca hoy arriba en las encuestas, la encargada del Bienestar tiene todo para crecer de aquí a que se tome la decisión.
A Rosa Icela le están encargando tareas como la relación con Estados Unidos en materia de combate al narcotráfico, lo que le consumirá más tiempo. Quien ha llevado el tema es Marcelo Ebrard, pero dejará la Cancillería en mayo para buscar la candidatura presidencial.
Si bien esas nuevas responsabilidades le darán a Rodríguez una mayor difusión, eso mismo le podría impedir zafarse a tiempo para poder disputar la ciudad, por lo que, para muchos, la nueva corcholatita local podría ser Ariadna.
Va tan en serio, que en diversas partes de la capital han aparecido bardas de diferentes colores con la leyenda "Amor por la Ciudad", a la que pronto le antepondrán el nombre completo de la funcionaria, pues la palabra AMOR representa las iniciales de Ariadna MOntiel Reyes.
Es claro que estas pintas buscan hacerle contrapeso a las que han aparecido en varios lados sobre Rosa Icela, por lo que todo indica que la lucha morenista será solamente de dos.
Cierto que también Clara Brugada está en el corazón del Presidente, pero ni tiene la cercanía de sus contrincantes con Palacio Nacional ni tampoco el tamaño para asumir un reto como es gobernar la capital del país.
Otro punto a favor de las funcionarias federales es que ambas cuentan con la simpatía de Sheinbaum, quien incluso fue la que animó a Ariadna a que se anotara como aspirante, lo cual no hubiera ocurrido sin el aval presidencial.
Nadie duda de que el hecho de contar con un gigantesco presupuesto para la entrega de apoyos pueda ser un atractivo extra de la titular del Bienestar, pues todo el mundo quiere estar bien con ella para ganar su apoyo.
Pero es que, si Rosa Icela tendrá chamba en los temas de seguridad con los gringos, Montiel podría estar demasiado entretenida con los opositores al Tren Maya, pues el Presidente ha dicho que lo inaugura como está programado, y ella se ha encargado de negociar con las comunidades.
Como quiera, en la ciudad ya está una nueva corcholatita y no hay que tomarla a la ligera; si el candidato fuera hombre, al único que ven en escena es a Omar Hamid García Harfuch.
0 Comentarios