La Barriada/Martín Aguilar/Si el río suena es que agua lleva

Cuando el candelero político está que arde, sobre todo por el inminente destape de quienes suspiran por un cargo público en 2024, saca la cabeza la otra aspirante a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México: Rosa Icela Rodríguez.

 

En una entrevista para un diario local, donde laboró por varios años, la secretaria federal de Seguridad Pública volvió a levantar la mano para suceder a Claudia Sheinbaum, "si así lo expresan los sondeos… y si lo decide el chilango".

 

No es la primera vez que la funcionaria responde a cuestionamientos sobre si le interesa ser jefa de Gobierno, pero llevaba varios meses de silencio sobre el tema, mientras sus compañeros se despachan con la cuchara grande.

 

Todo mundo sabe que nadie en la 4T se mueve si antes no lo autoriza el inquilino de Palacio Nacional, por lo que está claro que Rosa Icela ya recibió la instrucción de acelerar el paso.

 

Si bien es la única taparrosca local que había mantenido cierta prudencia sobre el tema, a pesar de que muchos la mencionan entre las favoritas para suceder a Sheinbaum, hoy no se le puede dar por muerta.

 

Rodríguez tiene claro que, por mucho que se hubiera movido antes, quien decide es el que ahora la envió a calentar el brazo. Pero necesita ubicarse, al menos medianamente bien en las encuestas, para facilitarle la decisión.

 

Llama la atención que la nota haya aparecido en ese periódico, porque es el diario del oficialismo. Se trataba de que la 4T supiera que Rosa Icela está corriendo también.

 

Aunque en la entrevista se intenta hacer creer que se había pactado para hablar sobre seguridad, está claro que la idea fue enviar un mensaje para que al interior de Morena todos acusen recibo.

 

Con frases como: "No me he olvidado de la ciudad", y "no me imagino otro compromiso en este momento, pero donde diga el proyecto que sirvo, ahí voy a estar", Rosa Icela envía la flecha directa al pejismo.

 

Por mucho que buscó suavizarlo con frases como: "Todavía no sabemos qué pase, pero vamos a estar donde pida el proyecto", todo el mundo tiene claro que tiene luz verde.

 

Sus declaraciones le ponen más sabor a la de por sí calientita lucha sucesoria morenista en la CDMX, donde la alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada, y la secretaria federal de Bienestar, Ariadna Montiel, han venido apretando.

 

Sobre todo Ariadna, a quien la propia jefa de Gobierno le pidió entrar a la contienda; a Clara, fuera de Iztapalapa, nadie la conoce.

 

Dicen que Claudia preferiría una mujer como su relevo; tiene dos opciones. 


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