La Barriada/Martín Aguilar/La ley del más fuerte

Fuertes vientos de ruptura soplan en las filas del partido en el poder, encabezado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador.

 

Los adelantados destapes de sus eventuales sucesores crearon discordia, traiciones, indisciplina, violación a leyes electorales y uso de recursos públicos.

 

La falaz justificación de que se acabó la época de los "tapados" y los "dedazos" dejó ese saldo negativo al interior de Morena y en el gobierno de la 4T.

 

Desde el inicio los destapes, sin pudor la maquinaria guinda se volcó en apoyo a la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum.

 

Los gobernadores leyeron las letras chiquitas y los guiños a favor de la consentida del mandatario originario de Macuspana, Tabasco.

 

En menor medida esa maquinaria apoya a Adán Augusto López y a Marcelo Ebrard, quien por cierto siempre ha exigido "piso parejo".

 

De Ricardo Monreal ni hablar. Lo traen con la promesa de que para él será la candidatura a la jefatura de gobierno, pero en las encuestas hasta Gerardo Fernández Noroña lo supera.

 

Por eso, este lunes Monreal denunció una "cargada" totalmente descarada de gobernadores de Morena a favor, especialmente de Sheinbaum.

 

Ebrard también arremetió contra los mandatarios estatales que apoyan a alguno de los aspirantes. "Que pidan licencia", si quieren coordinar una campaña, demandó.

 

López Obrador salió al quite, y como siempre negó actos adelantados de campaña y nada de "cargadas" a favor de tal o cual aspirante.

 

Sin embargo, admitió: "los procesos ya iniciaron, aunque todavía no son los tiempos formales, ya se va acercando la campaña".

 

De hecho, volvió a nombrar a todos los que han sido mencionados, tanto de su lado como de la oposición.

 

De los gobernadores convertidos en la "cargada" de los morenistas, dijo que ellos saben que no deben utilizar recursos públicos. "Es ilegal", dijo.

 

Y respecto de las denuncias en su contra al promover el voto desde la conferencia mañanera a favor de Morena, lo rechazó.

 

En resumidas cuentas, el autor de todo este crispado ambiente político, ahora lo desmiente.

 

Las consecuencias de los adelantados "destapes", los "dedazos" y las "corcholatas", no las asume como tal.

 

El desaforado activismo de un gobierno en permanente campaña político electoral, también es su obra.

 

Para el Presidente la respuesta de la oposición es por desesperación. "nos están atacando un día sí y el otro también, no hacen mella y están desesperados; cada vez son más groseros, difaman más y apuestan a la calumnia".

 

A los conservadores les dijo que mediante las elecciones, "tienen la posibilidad de vencernos en buena lid". Y enfatizó: "Están contando los días para que yo me vaya".

 

Ese es el ambiente que priva en plena sucesión de tiempos adelantados. 


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