Luego de que el sexenio pasado fuera uno de los hombres más poderosos de la capital del país, Héctor Serrano decidió poner tierra de por medio y de plano mudó su residencia a San Luis Potosí, donde buscará ser diputado local en junio próximo.
Exsecretario de Gobierno, primero con Marcelo Ebrard y después con Miguel Ángel Mancera, Serrano se convirtió en el poder detrás del trono en 2012, al grado que cualquier decisión política que tuviera que ver con la Ciudad de México pasaba antes por sus manos.
Se propuso llevar a Mancera a la candidatura presidencial, pero no sólo fracasó en su intento, sino que el huracán llamado Andrés Manuel López Obrador barrió con todo en 2018, dejando a Serrano y al PRD con una mano adelante y otra atrás.
Previendo la catástrofe política que se avecinaba, operó para agenciarse una diputación federal que le sirviera de paraguas ante la embestida morenista, sobre todo porque varios buscarán cobrarse viejas deudas.
Uno de ellos es Marcelo Ebrard, quien en la administración de Mancera fue obligado a auto exiliarse en Francia, para evitar que lo detuvieran por presuntos desvíos en la construcción de la Línea 12 del Metro.
Hábil como es, apenas llegó a San Lázaro, Serrano buscó congraciarse con la 4-T a través del PVEM —nuevo sirviente de Morena—, y bajó su perfil para evitar que sus enemigos voltearan a verlo.
En San Lázaro hizo migas con Ricardo El Pollo Gallardo, quien fue nombrado coordinador de la fracción parlamentaria del sol azteca, hasta que ambos —junto con otros diputados como Mauricio Toledo— decidieron abandonar el PRD.
Desde entonces mudó sus aspiraciones políticas a San Luis Potosí, donde incluso ya tiene domiciliada su nueva credencial para votar, y se alejó de todo lo que tuviera que ver con la CDMX para no incomodar a nadie.
El mensaje de Serrano es claro: no tiene nada que ver ya con la capital del país y se dedicará de tiempo completo a la grilla en la tierra de las tunas, donde buscará ayudar a El Pollo Gallardo a llegar a la gubernatura, y él ser diputado local… para empezar.
Habrá que ver si lo dejan ir limpio, pues Claudia Sheinbaum recién destapó hace un desvío multimillonario en el último año de Mancera y su sustituto José Ramón Amieva al frente del gobierno, y dijo que varios funcionarios de primer nivel habían estado involucrados.
Para ese entonces, Serrano tenía más de dos años de haber dejado la Secretaría de Gobierno y estaba en Setravi, lejos ya de las decisiones que se tomaban en el Antiguo Ayuntamiento.
A pesar de que durante la actual legislatura, el hoy militante del PT, siempre ha votado a favor de las iniciativas de la 4-T, y de que un voto es vital para los cambios que aún requiere el Presidente, a veces no falta el oficioso que quieran quedar bien y pueda armarle un escándalo.
Por eso, aunque el otrora poderoso Serrano se autoexilió en tierras potosinas, habrá que ver si lo dejan ir en paz.
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