El saldo político de la consulta de Revocación de Mandato exhibió las debilidades del primer círculo del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Puso a prueba a sus operadores natos, quienes se perfilan como ganadores en el futuro cercano.
Más allá del uso de vicios del pasado e ilegalidades, la gran perdedora fue la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum.
Eso pone en duda la decisión de López Obrador para que la designe como su sucesora.
La promesa de Sheinbaum de lograr 3 millones de votos durante la jornada del domingo quedó muy corta.
Su logro consistió en un millón 358 mil 28 sufragios de apoyo a López Obrador de un total de 7 millones 498 mil 592 electores del listado nominal.
Pero quien se alzó el cuello ante Palacio Nacional, fue el secretario de Gobernación, Adán Augusto López.
En su natal Tabasco alcanzó 30.3% de participación -la mayor del país-, en contra del 18.3% logrado por Sheinbaum en la Ciudad de México.
Se trata de dos políticos consentidos del Presidente. ¿Cuál de los dos lleva la delantera como su sucesor?
A la vista de todos gana terreno Adán Augusto y lo pierde Sheinbaum como se publicó este martes al caer 13 puntos en las encuestas en los últimos seis meses.
Marcelo Ebrard sigue su propia ruta y es quien puntea en los sondeos por encima de la jefa de gobierno.
Conforme pasan los meses, Ricardo Monreal ve muy lejano alcanzar no solo la candidatura presidencial, sino la de la jefatura de gobierno.
Es notable que bajo cualquier pretexto se coloca en eventos de la capital, la secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez.
No hay que olvidar que Rosa Ícela es otra consentida del Presidente.
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