Rebeca Marín
La economía de Estados Unidos se recuperó con un aumento récord pero temporal de crecimiento en el tercer trimestre cuando las empresas reabrieron y el gasto de los consumidores impulsó el efectivo de estímulo, revirtiendo gran parte del colapso derivado de los bloqueos del coronavirus.
Así como la caída de la producción en el segundo trimestre fue la mayor en siete décadas de datos, también lo fue el repunte del tercer trimestre: el Producto Interno Bruto (PIB) creció 7.4 por ciento, una ganancia trimestral que equivale a un ritmo anualizado del 33.1 por ciento, según la estimación inicial del Departamento de Comercio publicada este jueves.
La cifra superó las estimaciones de los economistas de un aumento del 32 por ciento, que ya estaba muy por encima de las previsiones hace tres meses para un aumento del 18 por ciento.
El gasto personal impulsó el aumento del crecimiento, subiendo 40.7 por ciento anualizado, también un récord, mientras que la inversión empresarial y la vivienda también registraron fuertes aumentos.
Si bien el informe deja en claro que la economía ha encontrado una base sólida por ahora, los analistas advierten que el crecimiento será muchos más modestos y entrecortados en los próximos meses, especialmente a medida que la propagación del virus se acelera nuevamente y los legisladores permanecen en un punto muerto prolongado. Un nuevo paquete de estímulo.
Además, todavía hay casi 11 millones de trabajadores menos en las nóminas de los que había antes de la pandemia, y los analistas dicen que una recuperación total del PIB está al menos a varios trimestres de distancia.
Incluso con la enorme ganancia, el PIB está 3.5 por ciento por debajo de su pico pre pandémico, y el virus mantendrá deprimidos los negocios y los empleos en sectores como los viajes y los restaurantes.
Con solo cinco días para el día de las elecciones, el presidente Donald Trump probablemente señalará las últimas cifras como evidencia de su capacidad para guiar la economía estadounidense a través de la crisis de COVID-19.
Sin embargo, no está claro cuánto impacto pueden tener las cifras optimistas en las elecciones, especialmente dado que más de 77 millones de estadounidenses ya han emitido su voto.
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