Fuga por pulsómetro y la vida en broma…

Fuga por pulsómetro y la vida en broma…
*Se dice que construcción y escape de El Chapo Guzmán se logró gracias a este aparato minero que ubicaba al capo minuto a minuto   
Ariel Velázquez- Lino Calderón 

Las ultimas filtraciones de información de expertos que han analizado la construcción del túnel por el que escapó el capo Joaquín Guzmán Loera, alias "El Chapo Guzmán", se logró gracias al uso de un pulsómetro minero que ubicaba  con exactitud la ubicación del líder del Cártel de Sinaloa ya que el debía haber contado con un reloj o algún aparato muy personal que mandaba señales desde el interior de su celda. 
De acuerdo con especialistas mineros este aparato es usado para la contracción y ubicación de vetas de minerales y metales  preciosos y que tales metales emiten señales radiales o pulsativas diferentes unas de otras de acuerdo al cuerpo que se trate de buscar. Todo una proeza de ingeniería  y como dirían los irónicos " la vida en broma".
Y es que la construcción del túnel que va del Penal Federal del Altiplano l, en el Estado de México, a una casa ubicada a 1.5 kilómetros de distancia para que se fugara el líder del cártel de Sinaloa, Joaquín El Chapo Guzmán, tiene una estructura de ingeniería compleja y sofisticada, indicaron dos ingenieros civiles consultados por Obraswebmx.
"(El Chapo) escapó por un túnel "verdadero", esto es que fueron excavando desde el subsuelo. Se necesitó un sistema guía, de posicionamiento y de topografía bastante precisa, ya que para un kilómetro y medio cualquier desviación de un grado te avienta varios metros de su destino", indicó uno de los especialistas, quien es gerente de una constructora que ha realizado recientemente túneles en el país.
Los dos expertos consultados, quienes optaron por mantener su identidad oculta por cuestiones de seguridad, indicaron que el trabajo para que Guzmán Loera pudiera salir del centro penitenciario, el 11 de julio pasado, estuvo a cargo de ingenieros topógrafos, mineros y tuneleros, los cuales tuvieron acceso a los planos, para tener precisión y construir el túnel de 1.70 metros de altura y 80 centímetros de ancho.
"Podemos presumir que hay infraestructura para delinquir, ya que este proyecto no estuvo a cargo de cualquier persona. Así como el Éjercito (mexicano) tiene soldados, marinos, pilotos, brigadistas e ingenieros, el crimen organizado tiene una estructura muy similar", aseguró el otro ingeniero civil, experto en precisión de cálculos topográficos y análisis de suelo. 
Para los expertos consultados, en la construcción de túneles el hampa utiliza un proceso parecido al de los militares porque tienen ingenieros especializados para el estudio de la tierra y edificación de bases o trincheras, además del correcto uso de suelo para realizar estrategias de seguridad, que van desde un enfrentamiento hasta labores de apoyo como el Plan DN-III.
Ambos ingenieros civiles aseguraron que para hacer un proyecto de las características del túnel por el que escapó el Chapo Guzmán se requirieron los planos de la cárcel para hacer estudios precisos.
"Los únicos que tienen acceso a los planos (del penal del Altiplano l) son los constructores y solamente se les liberan por partes, no en una totalidad", mencionó el ingeniero civil experto en túneles.
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, dijo el lunes en conferencia de prensa que: "efectivamente, requería de planos para la construcción (...) Sin embargo, no podemos omitir que para lograr su propósito, el hoy prófugo de la justicia tuvo que haber contado con la complicidad de personal y/o funcionarios del Centro de Readaptación Social del Altiplano".
Los ingenieros coincidieron en que esta es una obra hecha con estudios en geología e ingeniería en la ejecución de obras en función de las características de los materiales de la tierra, con conocimientos previos teóricos y prácticos.
En la ingeniería, aclaran los especialistas, existen dos tipos de túneles: los verdaderos y los falsos; estos últimos son construidos con material como concreto, cemento o roca, contrariamente a lo que hace uno verdadero, que requiere de excavación para hacerlo. 
Los constructores del túnel necesitaron un sistema de fresado, un método que a través de maquinaria pulveriza la roca, además de un proceso de extracción de material", precisaron los ingenieros.
"Si vemos la cantidad de días y volumen en el que extrajeron la tierra, fueron bastante considerables (2,562 metros cúbicos de tierra que requirieron entre 350 y 400 camiones de 7 metros cúbicos de capacidad). No fue una labor hecha por personas que no supieran del tema", señaló el experto en túneles.
Los ingenieros civiles aseguraron que la discreción del proyecto de construcción del túnel para que escapara el capo llevó a los responsables de la obra a iniciarla desde su punto medio, es decir, a 750 metros aproximadamente desde el penal y en dirección contraria otros 750 metros.
Se construyó la casa a 1.5 km de distancia del penal, indican los ingenieros civiles, y desde el inmueble se fue extrayendo tierra y rocas para continuar con el túnel y finalmente excavar de abajo para arriba hacia el área de regaderas de la cárcel, la vía por donde salió El Chapo. 
"Si ya de por sí es complejo hacer un túnel en un sentido lineal, ir de abajo hacia arriba lo es mucho más, ya que normalmente se hace de arriba hacia abajo", agregó el experto en túneles.
Para los ingenieros civiles, el método de excavación conocido como de 'garganta' dotó una profundidad de 10 metros al canal de escape desde la celda hasta el túnel que va a la casa.
Para los expertos, se necesitaron cerca de 503 días para la elaboración del túnel, con un equipo de ocho personas que trabajaran en tres turnos de ocho horas, siete días a la semana. De acertar, los ingenieros civiles dicen que el plan ya estaba diseñado desde el momento en que el líder del cártel de Sinaloa fue detenido y encarcelado, en febrero de 2014.
En cuanto a costos, los ingenieros civiles coincidieron en que una obra de estas características vale entre cuatro y 5,000,000 de pesos, ya incluidas las consultas de los ingenieros en el rubro de construcción de túneles, la mano de obra y el material. 
La cifra la obtuvieron de hacer una estimación de lo que valdría la construcción de un kilómetro de túnel para el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro de la Ciudad de México donde se incluye ventilación, vía e infraestructura, que puede alcanzar los 10,000,000 de pesos .
"La obra, sin duda, fue hecha por gente que ya había hecho túneles o narcotúneles de antemano", indicó el ingeniero civil experto en túneles.
El túnel para escapar de la cárcel federal del Altiplano I, en el Estado de México, no es el primero que utiliza el narcotraficante Joaquín el Chapo Guzmán: de hecho es un experimentado "constructor" de ese tipo de espacios. 
Ya sea para fugarse de las autoridades o para traficar droga de México hacia Estados Unidos, el líder del cártel de Sinaloa ha utilizado esa técnica desde hace varios años. 
"En la frontera México-Estados Unidos, en varios puntos de México, como Tijuana, Mexicali, Ensenada, Tecate, Nogales, han sido descubiertos pasadizos subterráneos para pasar droga y regresar dinero y armas, y de los 120 que en un momento dado contabilizó la autoridad, tanto la Sedena (Secretaría de la Defensa Nacional) como la PGR (Procuraduría General de la República), 62 fueron construídos por el Chapo, el cártel de Sinaloa", dijo en entrevista José Reveles, autor del libro El Chapo: entrega y traición, donde uno de sus capítulos se llama "Un Chapo con vocación de topo".
"Obviamente (el Chapo) tiene una gran experiencia. Pasan por debajo de la barda, en la frontera en algunos puntos, o utilizan los ductos que son naturales para el desagüe, en los dos Nogales, en Arizona y en Sonora", agregó.
El autor dijo que, para escapar del Altiplano, el narcotraficante usó "exactamente" la misma tecnología que en túneles previos, con ventilación, iluminación, rieles y profundidades similares. 
"El Chapo está rodeado de expertos, es un empresario transnacional, él no opera solito", dijo sobre la capacidad del narcotraficante para hacer ese tipo de construcciones. "No es un hombre tonto, es un hombre inteligentísimo, que no acabó la primaria, pero tiene el tino de rodearse de gente muy importante, y toma decisiones a partir de lo que le dicen los expertos".

Una vía a Estados Unidos 
Los reportes de la Administración para el Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos dan cuenta de la historia entre el Chapo y los túneles para el traslado de narcóticos.
"Guzmán Loera es conocido por su uso de un túnel sofisticado, con ventilación y rieles, situado en Douglas, Arizona, para el contrabando de cocaína de México a Estados Unidos a principios de 1990", indica la agencia en los reportes.
"En 1993, una carga de 7.3 toneladas de su cocaína, oculta en latas de chiles, con destino a Estados Unidos, fue detenida en Tecate, Baja California, México", agrega. 
En otro momento, detalla la DEA, un túnel todavía más sofisticado, que conectaba a Baja California, México, con Otay Mesa, California, fue descubierto por las autoridades.
"El cártel de Sinaloa mueve drogas por tierra, mar y aire, con aviones de carga, aviones privados, submarinos, y otras embarcaciones sumergibles o semisumergibles, buques portacontenedores, buques de suministro, lanchas rápidas, embarcaciones pesqueras, autobuses, vagones de ferrocarril, tractocamiones, camiones, automóviles", indicó el Departamento de Justicia estadounidense a principios de este año.
Un detenido
En 2006, según la agencia EFE, las autoridades estadounidenses sentenciaron a 18 años de cárcel al arquitecto mexicano Felipe de Jesús Corona-Verbera, de 52 años y originario de Guadalajara, Jalisco, por participar en la construcción de un túnel para el tráfico de drogas en la frontera de Arizona.
La construcción (descubierta en mayo de 1990) comenzaba bajo una mesa de billar en una casa en la población fronteriza de Agua Prieta, Sonora (México), y terminaba en una bodega en Douglas, Arizona, Estados Unidos. 
Las autoridades de Arizona vincularon la operación de este túnel con el cártel de Sinaloa del Chapo Guzmán. 
Bajo la tina 

A mediados de febrero de 2014, según reportó la cadena Televisa, elementos de la Marina desplegaron la "Operación Gárgola" para detener a Guzmán Loera, sin embargo en un inicio logró escapar, con un camino subterráneo conectado con el drenaje en Culiacán, Sinaloa. 
El periodista Carlos Loret de Mola mostró una tina de baño en un departamento, bajo la cual había un acceso a un túnel con iluminación, similar al que le sirvió para escapar de la cárcel del Altiplano I el sábado pasado.
Quien era procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, dijo que uno de los domicilios donde se estableció que podría estar el Chapo, antes de ser detenido el 22 de febrero del 2014 en un edificio en Mazatlán,"estaba conectado por medio de túneles con siete casas, utilizando también el propio drenaje de la ciudad".

Para el escape en Almoloya
Las autoridades mexicanas informaron que, el pasado 11 de julio, Guzmán Loera escapó por un boquete realizado en su celda en la cárcel de máxima seguridad del Altiplano I, Estado de México, para luego recorrer 1,500 metros por un túnel de 1.70 metros de altura que lo llevó a una casa en obra negra de una colonia cercana, Santa Juanita. 
"Si algo caracterizó al Chapo Guzmán y las operaciones que lleva a cabo no solo en Culiacán, sino también en Tijuana, es la construcción de túneles. La DEA le ha detectado más de 70 túneles construídos, ya sea para el escape o para el trasiego de drogas en la frontera de ambos países", dijo Armando Rodríguez, investigador del Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia (Casede).
"Es alguien que tiene los recursos humanos, y la capacidad para construír este tipo de infraestructura, está más que demostrado", agregó.
"El arquitecto Corona me hizo un túnel bien chingón", dijo Joaquín Guzmán Loera en 1987, durante una reunión en una de sus residencias, según una acusación del Departamento de Justicia de Estados Unidos. 
Para fortalecer y contener el túnel, se utilizaron tablas de diversos espesores cortados a medida a fin de evitar que la tierra desbordara sobre la oquedad que se iba formando. 
El testigo principal del documento, de apellido Martínez, relata cómo Jesús Corona Verbera, "el arquitecto", era tan cercano a El Chapo Guzmán que era el único al que él había visto tratarlo de tú. Su relación se había fraguado cuando Corona empezó a diseñar sistemas hidráulicos para ocultar cargamentos de droga, y sufrió un revés en mayo de 1990, el día en que el arquitecto se convirtió en prófugo de la justicia estadounidense.
Un grupo de agentes monitoreó un cargamento de casi una tonelada de cocaína y descubrió que un supuesto negocio de lavado de tráileres en Douglas, Arizona, era en realidad una casa de seguridad para los envíos de El Chapo, en la que se ocultaba un túnel que conectaba con Agua Prieta, Sonora. Allí el subterráneo desembocaba en otra casa de seguridad a nombre de Francisco Camarena Macías, a quien el testigo señala como el abogado de Guzmán Loera.
Cuando dos obreros contratados para el lugar de Arizona le preguntaron a Corona por qué en un lavado de tráileres no había agua ni tuberías, el arquitecto les respondió "que no era asunto de ellos". Corona, finalmente, fue arrestado en Jalisco en 2003 y extraditado a Estados Unidos ese mismo año. Una corte federal lo condenó a 18 años de prisión.


 
Improvisada escalera de madera que se construyó para que el Chapo Guzmán pudiera subir rápidamente y huir. 
En este túnel, de principios de los 90, bien iluminado y de unos 60 metros de longitud, se encontró un carro parecido a los que se usan en las minas, una escalera, un sistema de poleas, un elevador, un sistema de aire y una pipa para drenar agua. Aun con más de 25 años de diferencia, algunas de las características del túnel de 1.5 kilómetros por el que, según las autoridades, el delincuente más famoso de México escapó de una cárcel inexpugnable, se repiten: la iluminación, la ventilación, las escaleras, una locación en construcción.
Lo que no se ha aclarado es lo que ha ocurrido en la superficie para que una obra de esa ingeniería pasara desapercibida: la invisibilidad de un grupo de personas trabajando en una casa que se habría empezado a edificar después del ingreso de El Chapo en la cárcel, en las cercanías de una base militar, y de la prisión más segura del país, El Altiplano (Almoloya de Juárez, Estado de México). Además, según la agencia Associated Press, la DEA poseía documentos sobre planes de fuga de El Chapo casi desde el momento de su arresto.
La otra ingeniería de Guzmán Loera, la de la superficie, aparece detallada en un segundo documento del Departamento de Justicia de Estados Unidos de noviembre de 1994, que imputa a 22 personas por conspiración y tráfico de drogas. Las investigaciones se centran en los inicios de la década de los 90, antes de la primera detención de El Chapo en junio de 1993, cuando está construyendo una sofisticada red de túneles y casas de seguridad para exportar droga, especialmente cocaína, al país vecino —en los últimos 25 años la Patrulla Fronteriza de EU ha detectado unos 170 túneles, la mayoría pertenecientes al Cártel de Sinaloa, sobre todo en Arizona y California—.
La acusación, donde se señala a El Chapo como el jefe de una organización que introduce sustancias ilegales, principalmente a través "de jets, vagones, vehículos de carga y túneles", dice que una vez en prisión ha delegado la jefatura del cártel en su hermano Arturo Guzmán, El Pollo, también acusado, es uno de los siete casos criminales que le esperan al narcotraficante más buscado del mundo en distintas jurisdicciones de Estados Unidos.
Aun cuando todavía no era el objetivo número uno de la DEA, el documento señala que El Chapo y su organización tenían la capacidad para traficar droga en su propia compañía aérea (Aerobastos), transportar cientos de kilos de cocaína en tráileres, una red de negocios tapadera de productos mexicanos en California, Chicago y Nueva Jersey, y la capacidad de sobornar a un agente de la Policía Judicial mexicana con hasta un millón de dólares.
La creación del túnel que recoge el caso es una intrincada ingeniería de registros de propiedad, transferencias bancarias, copias de cheques cobrados, contratos de compra-venta inmobiliaria y negocios legales de todos los involucrados.
 "La extradición en estos casos siempre implica un intercambio, una negociación: ¿Quién tiene la mejor calidad de pruebas, los testigos más eficaces, la capacidad de convocar un juicio justo y seguro?", dice Ev Meade, director del Trans-Border en la Universidad de San Diego.
El documento narra que en enero de 1992 en Otay Mesa, California, dos de los empleados de El Chapo, los hermanos José y Jesús Reynoso —conocidos como El Chispa y El hermano de El Ingeniero, respectivamente— contrataron los servicios de un par de agentes inmobiliarios para comprar un terreno en la calle Siempre Viva. Ese mismo mes, Jesús Reynoso se reúne con el dueño de la vivienda en una oficina de Sorrento Mesa para discutir el precio de la operación. Le da un anticipo de 9 mil dólares en efectivo y a los pocos días un cheque de 324 mil dólares.
Cuando el depósito de la operación se realiza el tercer hermano Reynoso —Antonio, alias El Ingeniero— llamó al propietario desde Guadalajara para pedirle que cambiara la compra de Siempre Viva por una parcela más cercana a la frontera con México. Ante la negativa, los hermanos Reynoso le dicen al propietario de la casa que quieren cambiar el nombre del comprador por el de Alberto Parra-Zamora, un nombre falso de otro de los acusados, de apellido Ramírez, que en los siguientes días gira dos cheques con valor de 400 mil y 300 mil dólares. Así, en octubre de 1992, Ramírez se convierte en el nuevo propietario de la casa de Siempre Viva por un valor de un millón 133 mil dólares.
Al mismo tiempo que los hombres del Cártel del Sinalo afiniquitan los pagos de la compra, comienza la construcción de una casa de seguridad. Ramírez le presenta los planos a Guillermo Saillez-Cuervo, también imputado, y le hace un depósito de 10 mil dólares a través de la empresa Frutería Tropicana, propiedad de Antonio Reynoso. Entre agosto de 1992 y mayo de 1993, el constructor recibe una suma de 1 millón 19 mil dólares.
Al año siguiente, el 5 de septiembre, Miguel Ángel Martínez, El Tololoche, a quien la acusación define como coordinador del tráfico de drogas de El Chapo dentro de Estados Unidos, discute con su delegado en Chicago, Enrique Ávalos Barriga,El Doctor, sobre la viabilidad de edificar un túnel en la casa de Siempre Viva hasta un punto entre San Luis Colorado y Mexicali.
Finalmente llevan a cabo la construcción, un túnel con unos 20 metros de profundidad. Pero las autoridades activan el operativo contra la casa de seguridad cuando los hombres de Guzmán Loera llevaban casi 500 metros de longitud erigidos. Una obra de ingeniería bajo tierra producto de la arquitectura financiera y el poder económico que ya rodeaban a los túneles de El Chapo Guzmán un cuarto de siglo antes de su reciente fuga.

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