Alberto Moreno
Zona Oriente Edoméx-. La escasez de agua comienza a paralizar la operación de purificadoras en el Estado de México y la Ciudad de México, luego del cierre de diversos pozos tras el operativo "Caudal", en el que autoridades detuvieron a presuntos huachicoleros del agua.
Aunque el objetivo fue frenar el saqueo ilegal, el cierre ha dejado sin suministro a familias enteras dedicadas a la venta y purificación del líquido.
De acuerdo con testimonios de vecinos y comerciantes, más de 300 purificadoras en Nezahualcóyotl ya resienten la falta de agua, situación que se replica en Chimalhuacán, Los Reyes La Paz e Iztapalapa, entre otras zonas.
Piperos al límite: filas, listas de espera y turnos nocturnos
Los piperos único enlace entre los pozos y las purificadoras describen una operación desgastante:
solo algunos pozos siguen funcionando y las filas para cargar se han vuelto interminables.
Los operadores deben anotarse en listas y esperar turnos, incluso durante varias horas.
"Tardan mucho en cargar, por eso yo le pido el agua un día antes. A veces viene en la noche, pero viene y me cobra igual, no abusa", relató una afectada.
Otros repartidores aseguran que sí hay quienes buscan aprovechar la crisis, aunque reconocen que los pozos que continúan abiertos intentan abastecer sin incrementar precios, pese a que el tiempo de operación es mucho mayor.
Intentos fallidos y negocios al borde del paro
Un comerciante narró que, ante la falta de servicio de su proveedor habitual, buscó a otro pipero, negociaron permisos para abastecerlo, pero al final el agua nunca llegó.
"Me quedé sin agua tres días. Muchos vivimos de esto, si cerramos, no tenemos otra entrada", explicó.
Las purificadoras advierten que, si la situación persiste, habrá un impacto directo en el consumo doméstico, ya que una gran parte de la población depende de agua purificada para beber.
Exigen soluciones: "Que abran los pozos que no están en investigación"
Los afectados reconocen la importancia del operativo contra el robo de agua, pero piden al gobierno una estrategia que no golpee a quienes trabajan legalmente.
Solicitan la reapertura de pozos no vinculados a las investigaciones de la FGJEM, para evitar el desabasto que ya comienza a sentirse entre miles de consumidores.
Mientras tanto, piperos y purificadoras sobreviven entre listas de espera, horarios extendidos y la incertidumbre de si mañana podrán volver a cargar.
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