Rebeca Marín
Con sus mantas al frente y bajo el sol del mediodía, alrededor de 150 indígenas artesanos irrumpieron esta mañana Paseo de la Reforma, una de las avenidas más transitadas de la capital.
Desde las 10:00 horas, los contingentes comenzaron a reunirse en el Ángel de la Independencia.
Ahí, entre cajas de mercancía, mantas escritas a mano y niños que corrían alrededor del monumento, representantes del Movimiento de Indígenas Artesanos de la CDMX (M.I.A.), la Unión de Artesanos Indígenas del Centro Histórico (UAICH) y el Colectivo Indígenas de la Ciudad de México preparaban la movilización.
Minutos después de las once de la mañana, los artesanos comenzaron a avanzar sobre Reforma, ocupando carriles completos y obligando al tránsito a detenerse. Sus consignas, amplificadas por megáfonos improvisados, rebotaban entre los edificios.
Durante la caminata, varios manifestantes acusaron que las autoridades han firmado acuerdos en múltiples ocasiones para garantizarles espacios de venta por temporada, especialmente durante la época de romerías, pero aseguran esos compromisos se diluyen cada año entre trámites, negativas y operativos que los desalojan.
"Nosotros no pedimos regalos, pedimos trabajar sin que nos corran", comentó una artesana mientras cargaba una bolsa repleta de muñecas de trapo.
Dicen que nos van a reubicar, que habrá lugar para todos… y luego nada. Vivimos con la incertidumbre de si mañana podremos vender
Otros señalaron también la falta de avances en los acuerdos de vivienda, un tema que, dicen, ha sido ignorado pese a que docenas de familias viven en condiciones precarias, algunas incluso en campamentos improvisados.
Tras recorrer toda la avenida, la marcha se detuvo frente a las instalaciones de UNICEF, donde los manifestantes desplegaron sus mantas en la banqueta y paredes exigieron una respuesta inmediata del Gobierno capitalino. La elección del punto, explicaron, tiene un valor simbólico:
"Aquí hablan de derechos humanos, de protección, de infancia y de dignidad… pues queremos que también nos vean a nosotros
El cansancio era evidente, pero la determinación también. Algunos descansaban a la sombra; otros, aún sin aliento, continuaban gritando consignas.
Por otro lado, en medio de la tensión, autoridades de la Ciudad de México informaron a los líderes del movimiento que podrían concretar una reunión con el secretario de Gobierno, César Cravioto, para así abordar sus demandas y revisar los acuerdos pendientes.
Sin embargo, al cierre de esta nota, los artesanos aún debatían si aceptar la propuesta, pues temen que se trate de otra "mesa de trabajo sin resultados", como dicen ha ocurrido en ocasiones anteriores.
Mientras los automovilistas buscaban rutas alternas y los curiosos se detenían a preguntar qué ocurría, el mensaje de los manifestantes quedó claro: Seguirán ocupando Reforma, seguirán marchando y seguirán manifestándose hasta que la ciudad deje de verlos como estorbo y los reconozca como trabajadores y habitantes con derechos
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