Fiel a su estilo, el pasado fin de semana el Presidente Andrés Manuel López Obrador destiló la saña que acostumbra.
En esta ocasión fue contra la presidenta de Mexicanos Contra la Corrupción (MCC), María Amparo Casar.
Desde Palacio Nacional, el mandatario autorizó la difusión de un expediente repleto de documentos y datos personales de Amparo.
Con ello, López Obrador rompió los "límites legales, pero también morales, que organizan la vida pública de nuestro país".
Así lo denunció un grupo de intelectuales, escritores, periodistas, analistas y políticos mediante una carta de solidaridad.
La actitud del Ejecutivo, fue vista como una "venganza personal" contra una ciudadana que ha analizado con seriedad y ánimo crítico los abusos del actual gobierno.
"El Presidente quebranta varias leyes, enrarece aún más el ambiente público a menos de un mes de las elecciones y lastima a una familia", señala la misiva.
Lejos de aclarar las denuncias de la Doctora Casar, el mandatario inició una "campaña de difamaciones" en su contra.
Además, los documentos "ilegalmente exhibidos" no aclaran ninguna irregularidad en el pago de un seguro de vida de hace dos décadas.
En los hechos, el Presidente externa un afán vengativo y rencoroso por las críticas de Mexicanos Contra la Corrupción.
"Lo que muestra la publicación de ese expediente es una conducta enfermiza, con un abuso de poder inusitado por parte del Presidente", alertan los suscritos.
Dejaron en claro que "el poder no debe ser absoluto, caprichoso ni vengativo. Las agresiones de la Presidencia deben cesar".
La actitud del Presidente no le agradó a un importante sector de la sociedad, incluido el fiscal de Campeche, Renato Sales Heredia, incondicional de la gobernadora morenista Layda Sansores y firmante de la carta.
También se solidarizaron Julia Carabias, Rolando Cordera Campos, Lorenzo Córdova, Carlos Marín, María Marván Laborde, Héctor de Mauleón, Ciro Murayama, Jacquelin Peschard, Raúl Trejo Delarbre, Diego Valadez y José Woldenberg, entre otros.
Por su parte MCC condenó la "difusión ilegal de datos personales" de su presidente.
Se trata –afirmó la organización- de "una de las acciones más viles que hemos visto en contra de la libertad de expresión, el periodismo, la sociedad civil, y más importante aún, la seguridad de una mujer con una carrera profesional y personal sin igual".
Por tanto, se mostró firme para seguir hablándole "con la verdad al poder", sin miedo desde el periodismo y la sociedad civil organizada.
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