Rebeca Marín
El sector ganadero de Chihuahua ha soportado por más de 9 meses el cierre de la frontera para la exportación de ganado bovino en pie, debido al gusano barrenador del ganado. Ahora, el Fondo Legal de Acción de Ganaderos y la Asociación de Ganaderos Unidos R-CALF USA exigen la imposición de un arancel del 25 por ciento para regular el precio interno, que actualmente registra máximos históricos ante la baja del hato ganadero en Estados Unidos.
La organización solicitó esta semana a la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) imponer un arancel del 25 por ciento a las importaciones de ganado vivo procedente de México y Canadá, como parte de reformas al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
En un documento presentado ante la USTR, R-CALF USA destacó la necesidad de reformar el acuerdo comercial para "restablecer la competencia leal, recuperar el hato ganadero estadounidense y fortalecer la seguridad alimentaria nacional". Señaló que las condiciones actuales del T-MEC continúan perjudicando a los productores estadounidenses, manteniendo un déficit comercial persistente en ganado vacuno y carne de res, aumentando la dependencia de importaciones y debilitando los precios del ganado nacional.
La organización alertó que esta situación ha contribuido al cierre de granjas y ranchos independientes en zonas rurales de Estados Unidos, afectando directamente la autosuficiencia alimentaria del país. Por ello, propuso que el comercio de ganado y carne se encamine hacia un modelo de "comercio gestionado", priorizando la seguridad alimentaria nacional y la protección del productor local.
Entre sus recomendaciones, R-CALF USA planteó establecer un sistema global de contingentes arancelarios para administrar las importaciones de carne y ganado, incentivando la expansión del hato bovino dentro de Estados Unidos. También sugirió fijar aranceles diferenciados dentro y fuera de cuota, basados en el peso de los animales, para compensar las ventajas de las importaciones extranjeras y limitar los volúmenes provenientes de México, Canadá y otros países exportadores.
Una de las propuestas más destacadas es la aplicación inmediata del arancel del 25 % a las importaciones de ganado vivo de ambos países, medida que permitiría equilibrar los precios internos y reducir la dependencia del abasto extranjero.
Además, la organización planteó actualizar las normas de origen y establecer un etiquetado obligatorio que indique el país de nacimiento, cría y sacrificio de cada animal, garantizando transparencia al consumidor y promoviendo el consumo de carne producida en Estados Unidos.
Por su parte, los ganaderos de Chihuahua consideran que este arancel seguirá afectando al sector ganadero, que con la detección del GBG vio paralizada su actividad de exportación.
Al igual que Chihuahua, se verán afectados los estados de Sonora, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, con mayor actividad exportadora hacia Estados Unidos.
En Chihuahua, los ganaderos ya trabajan en proyectos alternos, como la industrialización de la carne con fines de exportación hacia mercados asiáticos.
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