Macabro hallazgo realizaron moradores de Nicolás Romero, al descubrir dentro de un pozo que era utilizado como fosa clandestina, los cadáveres amarrados y con huellas de tortura de por lo menos siete personas.
En torno a este tenebroso caso, la FGJEM tal vez para ocultar su incapacidad y evitar que la opinión pública se enterara de este hallazgo y se demostrará una vez más que la política de seguridad de la gobernadora Delfina Gómez es fallida y sin resultados, negó todo tipo de información y manejó este asunto con un marcado hermetismo.
No obstante ello, trascendió que los cadáveres de estas siete personas, hasta el momento desconocidas, fueron encontrados la tarde del pasado domingo en el interior de un pozo de aproximadamente 50 metros de profundidad, ubicado en la comunidad de San Francisco Magú, muy cerca del parque Ecoturístico Mantufa, en este municipio.
Aunque la Fiscalía mexiquense no dio mayores pormenores y hasta este día se mantiene hermética, se dijo que en torno a este caso podrían estar involucrados altos jefes policíacos de la DGSPyT de Nicolas Romero y que el hallazgo de este pozo se dio luego de la captura de uno de estos jefes policíacos y de los testimonios que dio, después de que fue sometido a un riguroso interrogatorio.
Elementos policíacos que pidieron anonimato por posibles represalias informaron que los trabajos para localización de estos cadáveres se iniciaron desde el pasado domingo e indicaron por instrucciones del titular de la FGJEM se les ordenó a todos que este caso se iba a manejar con mucho hermetismo y que estaba estrictamente prohibido filtrar cualquier tipo de información y que quien lo hiciera iba sufrir las consecuencias correspondientes.
Dijeron que la tarde del pasado domingo se encontraron dentro del pozo tres cadáveres y que del lunes hasta este martes ya se encontraron otros cuatro cadáveres.
Se dijo que para sacar los siete cuerpos se contó con el apoyo de elementos de Rescate Vertical de Alta Montaña de SUEM, quienes tuvieron que bajar a una distancia de aproximadamente 50 muertos para sacar los cuerpos, mismos que estaban amarrados y presentaban huellas de violencia.
También se corrió el rumor de que las siete personas que fueron encontradas muertas dentro del pozo eran chóferes de unidades de aplicación.
Se espera que en las próximas horas la FGJEM de pormenores de este tenebroso caso y explique a la opinión pública cuál fue su finalidad de esconder irresponsablemente este asunto.
Trascendió que personal de la FGJEM continúa con sus trabajos en el citado pozo, pues existe la posibilidad de que haya más cuerpos.
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