Un motociclista perdió la vida la mañana de este miércoles tras ser embestido y derribado por un tráiler que circulaba sobre avenida Río Consulado, a la altura de la colonia Valle Gómez, en la alcaldía Venustiano Carranza. El conductor del pesado vehículo no se detuvo y escapó del lugar. El joven quedó tirado sobre el asfalto, gravemente herido.
De acuerdo con los primeros reportes y testimonios de vecinos, el motociclista, identificado más tarde como Daniel, de aproximadamente 30 años, circulaba a bordo de una motocicleta negra tipo Chopper, cuando un tráiler lo habría cerrado el paso provocó que perdiera el control.
Daniel cayó violentamente contra el pavimento y se golpeó la cabeza con tal fuerza que, aunque portaba casco, el impacto le causó la muerte. Mientras el tráiler desaparecía entre el tránsito.
Los vecinos, alarmados, fueron los primeros en llamar a las autoridades y servicios de emergencia; paramédicos del ERUM llegaron minutos después, pero solo pudieron confirmar la ausencia de signos vitales.
El cuerpo fue cubierto con una sábana azul, mientras policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) acordonaban la zona. Los carriles de la vialidad se redujeron de cuatro a dos y generando un intenso congestionamiento vial.
Poco después, uno de los oficiales escuchó sonar el teléfono de la víctima, al contestar, se trataba del suegro de Daniel, quien fue informado del accidente y de que el joven estaba herido.
El hombre tomó un taxi y se dirigió de inmediato al sitio, sin embargo, al llegar y mirar desde la ventanilla del vehículo el cuerpo cubierto con la sábana azul, su semblante cambió; se llevó las manos a la cabeza, bajó apresuradamente y se acercó a los oficiales, desesperado por obtener una explicación.
Los policías le confirmaron que su yerno había fallecido y con el alma hecha pedazos, el hombre caminaba de un lado a otro, sin saber qué hacer.
Vecinos que presenciaron el accidente se acercaron a consolarlo, mientras él, con el rostro enrojecido por el llanto, llamó a su hija para darle la noticia.
Minutos después, los gritos desgarradores de una mujer rompieron el silencio: "¡No! ¿Dónde está? ¡No puede ser!". Era la esposa de Daniel, que al reconocer la motocicleta se desplomó en los brazos de su padre.
El hombre intentaba cubrirla, evitando que viera la escena, mientras ella se aferraba a su pecho entre sollozos. "¿Dónde está?", repetía una y otra vez.
Poco después, una joven de suéter rosa corrió hasta el lugar, era la hermana del motociclista que comenzó a gritar:
"¡Hermanito, no me dejes sola, no me hagas esto!"
Cayó de rodillas frente al cordón policial, mientras su cuñada la abrazaba, ambas lloraban inconsolables mientras observaban cómo los peritos de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México colocaban el cuerpo de Daniel dentro de una bolsa blanca, la cerraban y la subían a la camioneta forense.
La familia, destrozada, preguntaba qué debían hacer y las autoridades les indicaron que el cuerpo sería trasladado al anfiteatro correspondiente, donde podrían reclamarlo más tarde con la documentación necesaria.
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