Uruapan, con una población cercana a los 300 mil habitantes, es considerada la capital mundial del aguacate.
Su historia es milenaria, pues se tiene conocimiento que los primeros asentamientos datan de 1500 años antes de Cristo.
José María Morelos y Pavón, fue un habitante más de Uruapan, durante su peregrinar como educador y religioso.
Después como jefe insurgente volvió al lugar, donde preparó los borradores de la Constitución promulgada en Apatzingán.
En algún momento Uruapan, fue capital de Michoacán, durante la invasión francesa, por allá del 24 de noviembre de 1863.
Esta breve historia le da soporte al surgimiento de "Los sobreros", iniciado por su líder nato Carlos Alberto Manzo Rodríguez.
A los michoacanos les dejó un sólido legado que he empezado a cobrar fuerza y será difícil de callar.
Las movilizaciones de reclamo, indignación y exigencia de justicia, hicieron reaccionar a todos los sectores sociales.
Los numerosos sombreros, colocados en las curules de la Cámara de Diputados, por integrantes de la bancada del PRI, expresaron el sentir de impotencia y dolor.
Impactantes imágenes llenaron sitios virtuales y medios de comunicación, son el tono rojo simulando la sangre de la violencia y la barbarie que azota al país.
Gracia Quiroz, esposa de Carlos Manzo, es la cabeza visible y el símbolo del movimiento del sombrero.
Durante la ceremonia en que fue investida alcaldesa de Uruapan, portó el sombrero del edil asesinado.
Lo cargaba con la mano izquierda pegado al cuerpo, mientras pronunciaba su mensaje "con el corazón destrozado".
Con lágrimas que le inundaron el rostro, dijo que asumía el cargo, "con el valor que él me enseñó".
El hecho es que el crimen de Manzo, sacudió las fibras más sensibles de la sociedad.
Todos los sectores reaccionaron condenando el cobarde asesinado, en un día de las tradiciones más arraigadas en nuestro país: el Día de Muertos.
La sociedad despertó del letargo en que se había sumido y acostumbrado por las masacres, asesinatos, desapariciones y ejecuciones a lo largo y ancho del país.
De una rápida revisión de los discursos de Carlos Manzo, se desprende que en ningún momento se refirió a "matar en caliente" a los criminales.
Pero sí demandó el uso de toda la fuerza del Estado para combatir al narcotráfico; y en caso de que no se rindieran actuar en consecuencia.
Es por ello que el proyecto de los sombreros generó simpatía y adopción por quien impulsó su uso de manera cotidiana.
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