Andrés Manuel López Obrador ha manchado al PRI, con el único objetivo de restarle votos al Frente Amplio por México.
El siguiente análisis así lo establece, pero en cierta forma también le puede resultar contraproducente a Morena.
La próxima elección vislumbra diversos derroteros que sólo dejan en claro la paulatina pérdida del poder del Presidente.
Así ha sido a lo largo de la historita. Ningún mandatario en México ha prosperado en controlar por largo tiempo a su sucesor por más leal y fiel que lo considere.
Por ejemplo, Claudia Sheinbaum está obligada a ser ella misma y no calca del político de Tabasco. De lo contrario será vista como un títere.
De hecho, por esa lealtad a toda prueba, López Obrador se decidió por Claudia como su sucesora. En segundo término, estuvo o está su paisano Adán Augusto López.
Y aunque parezca increíble, Adán Augusto todavía sigue vivo rumbo a 2024, porque en los hechos se trata del Plan B del Ejecutivo.
El cúmulo de violaciones a la ley por tiempos anticipados de campaña y el grosero derroche de recursos, ponen a Sheinbaum en riesgo de ser inhabilitada como candidata.
Así es como se entiende que sin chistar la 4T le haya abierto la puerta de salida de Morena, a Marcelo Ebrard.
Es decir, al ex canciller que se le quitó cualquier remota posibilidad como en su momento pensó Manuel Camacho Solís que la tendría por el crimen de Luis Donaldo Colosio.
Ernesto Zedillo siempre fue visto como un tecnócrata. Poco o nada sabía de política.
Por eso dejó en manos de su secretario particular Liévano Sáenz toda operación de esa naturaleza.
Y a pesar de ese perfil, pronto se sacudió la pesada imagen que Carlos Salinas buscaba heredar al sexenio salinista.
Zedillo metió a la cárcel a Raúl Salinas y de esa manera deshabilitó al ex presidente, incluso lo mantuvo exiliado todo su sexenio.
¿De esa experiencia deberá aprender Sheinbaum en caso de ganar la elección?
Es difícil que Claudia empiece a marcar distancia de su jefe el mandatario. No lo hará y eso le restará autenticidad.
Tampoco le ayudará en nada a la futura candidata, el pacto entre López Obrador y el hoy ex gobernador priista del Estado de México, Alfredo del Mazo.
¿Cómo explicar ese compadrazgo, cuando todas las mañanas el Presidente culpa al PAN y PRI (PRIAN) de todos los males del país?
¿Qué explicación le va a dar Sheinbaum a sus electores sobre lo que muchos presumieron como PRIMOR, tal y como lo hizo Yeidckol Polevnsky?
Está visto que desde ahora a Sheinbaum le pesa la sombra del poder de López Obrador.
0 Comentarios