Sandra llegó al cargo en 2021 bajo las siglas del PRD, pero acompañada por PRI y PAN. Tras ganar, la alcaldesa se sumó a la Unión de Alcaldes que la oposición formó en la capital para enfrentar al gobierno de Morena.
Iniciaron sus desencuentros con Claudia Sheinbaum, quien, a pesar de emplear toda la fuerza del Estado, jamás pudo contra la aguerrida alcaldesa. A través de la fiscal Godoy intentó procesarla para destituirla y encarcelarla, pero ni con jueces de consigna pudieron.
Aunque su carácter aguerrido le trajo críticas y problemas, también le acarreó simpatías y respeto, tanto que incluso entre los partidos aliados le pasaron todos sus arranques, que en ocasiones los perjudicaban a ellos.
Para nadie es un secreto que Sandra responde políticamente a Ricardo Monreal, quien en ese tiempo la impulsó junto con el desaparecido Leonel Luna. Ahora, cada vez son más los que se preguntan si en realidad le sirve a la alianza opositora.
Es más, si la pueden considerar de la UNA, pues ayer se destapó para la Jefatura de Gobierno, cosa que venía pensando desde hace tiempo, y ése puede ser un problema para los aliados.
No por sus aspiraciones, que son legítimas, sino porque ella no tomaría una decisión así antes de consultarla con Monreal, quien ya dijo que se la jugará en Morena. La alcaldesa ha metido el pie a diputados de la alianza, a quienes sus dirigentes les piden aguantar, pues es aliada.
El caso más reciente fue el de la panista Frida Guillén, a quien Cuevas le clausuró su módulo de atención con el argumento de que no estaban en orden los papeles para ciertas actividades.
Esta acción se produjo luego de que la panista apoyara un punto de acuerdo en el Congreso de la CDMX para que Sandra frenara su Operativo Diamante, mediante el cual retira mobiliario que restaurantes pusieron sobre las banquetas durante la pandemia, con permiso del gobierno.
Algunos diputados panistas ofrecieron a los restauranteros buscar una mesa de diálogo con la alcaldesa, considerando que era aliada. Lejos de ello, la funcionaria arreció los operativos y ahora ni siquiera atiende gestiones para podar un árbol, lo que afecta el trabajo de sus aliados.
Dicen que antes de la clausura del módulo de Frida, la alcaldesa ya había hecho algo similar con el de Silvia Sánchez Barrios, por diferencias en materia de comercio en vía pública, sector de donde proviene la diputada del PRI.
¿En serio los partidos aliancistas piensan aún que Sandra es aliada e irá con ellos en los comicios de 2024? Ajá, sí.
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